La vida no es esperar a que pase la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia.
VIVE. AMA. DEJA IR.-
jueves, 2 de septiembre de 2010
Mis latidos llevan tu nombre.
Un beso es un truco de la naturaleza
Para callar las palabras cuando se vuelven innecesarias.
La motivacíon nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar.
El amor no está en el otro, está dentro de nosotros mísmos; nosotros lo despertamos. Pero para que despierte necesitamos del otro.
- ¿Qué me dices si te digo que no creo en el amor?
- Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
- ¿Por qué estás tan seguro? ¿Lo has visto alguna vez?
- Claro que sí. Lo leo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estás cerca de él. Lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas para verle. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se dé cuenta de que le quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarle, leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprietas los labios para que no se te escape un “te quiero”. Sin embargo, te ocultas detrás del “no creo” porque piensas que es valiente resistirse a la verdad. Pero ¿sabes? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar un “yo no”.
- Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
- ¿Por qué estás tan seguro? ¿Lo has visto alguna vez?
- Claro que sí. Lo leo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estás cerca de él. Lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas para verle. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se dé cuenta de que le quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarle, leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprietas los labios para que no se te escape un “te quiero”. Sin embargo, te ocultas detrás del “no creo” porque piensas que es valiente resistirse a la verdad. Pero ¿sabes? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar un “yo no”.
Después de aquella noche, pasaron cada momento juntos. Y de pronto, eran inseparables. Era un romance improbable. El era un niño del campo. Ella era de la ciudad. Ella tenía el mundo a sus pies, mientras él no tenía donde caerse muerto. No concordaban mucho. De hecho, casi nunca concordaban. Siempre se peleaban. Y se retaban uno al otro cada día. Pero a pesar de sus diferencias, tenían algo importante en común... Estaban locos el uno por el otro.
martes, 31 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)