VIVE. AMA. DEJA IR.-

domingo, 9 de mayo de 2010

Eres como el viento, o la lluvia. Vienes, dejas tu huella. Muy lentamente te vas acomodando y, tan rápido como llegas, te vas, dejando todo lo de atrás derrumbado, destrozado. Sin importarte nada, ni nadie. Y eso es lo que más jode, que vas haciendo conmigo lo que te apetece. Como las gotas de agua, que deja la lluvia, mojando los cristales, recién limpiados. Un puñal que se calva, cada vez que te marchas. Dejándome sola, sin nada, indefensa como una ciudad fantasma, después de que un vendaval lo arrasara todo.
Eres todo, y a la vez nada. Como quisiera olvidar, y hacer como si nada hubiese pasado. Las calles mojadas, los árboles sin hojas. ¿Qué querías de mí? Que estuviese así, supongo. Se me hace tan difícil, verte, hablarte, saludarte, y no poder decirte cuanto te quiero. Si solamente por un segundo, lo supieses. ¡Ay amor! ¿Por qué me haces esto? Soy tan débil cuando te acercas a mí, que todo el mundo se vuelve ajeno a mi persona. Sin importarme nada, luché. No me arrepiento de cada minuto de mi vida, que gaste, pensando en cómo hacerte cambiar de opinión, que volvieras, y te quedaras. Cada vez, me parezco más a una niña, sola e indefensa que no entiende porque le quitan a su muñeca preferida. Así me dejas . Como quisiera colarme en tu mente, y saber si de verdad estas con ella, por estar o por que la quieres de verdad, como yo a ti. Bipolar, eso es lo que soy. Tan rápido como viene mi felicidad, de repente, se va. Sin dejar rastro ninguno, como tú. Te quiero tanto, que lo único que puedo pedirle a Dios, es que seas feliz, con ella, sin ella, conmigo o sin mí. Simplemente eso. Feliz. Cuando te fuiste, te llevaste todo contigo.

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