VIVE. AMA. DEJA IR.-

lunes, 1 de noviembre de 2010


Nunca debimos adentramos a esa habitación… fue sólo nuestra curiosidad la que nos llevo hacer tal estupidez y sabíamos a que nos enfrentábamos. Por esa llave él está a minutos de morir, mi único amor… mi chico perfecto.

Capítulo uno
Nicholas… no me dejes sola.

-Nicholas! Tengo mucho miedo larguémonos de aquí por favor, no quiero más problemas…- mis lagrimas ya recorrían un viaje por mis mejillas hasta mis labios-
-Evelyn tranquila no podemos largarnos de aquí ¿Quieres que nos maten?- Dijo con un tono de reproche-
-Nick nunca debimos meternos aquí… te dije que esto no…- me interrumpió mi discurso de siempre-
-Ahora no vengas con tu discurso- Claro, siempre era lo mismo- además créeme que no nos pasara nada, mientras estés conmigo tú estas a salvo mi vida- Dijo con un tono dulce y deteniendo con su pulgar algunas de mis lagrimas- Te amo recuérdalo, siempre estaré aquí contigo, mi corazón te pertenece Evelyn- Dijo ya conmocionado por mis lagrimas y abrasándome más fuerte pero en forma no dañina-
-Nick te amo mi vida, no me dejes nunca- mi llanto no cesaba pero era imposible no llorar en una situación así-
-No lo Hare mi florcita- dijo besando la comisura de mis labios-
En medio de nuestros besos escuchamos los pasos, ya que las maderas de la antigua casa crujían de forma tenebrosa.
-Nick…-Ahora mi llanto era más fuerte-
-SH…- dijo abrasándome cada vez más-
De repente dos tipos se adentraron en la habitación, agarraron a nick y a mi otro tipo de agarro de mis brazos, tratando de que no me sajara de sus brazos y me estaba haciendo daño.
-¡NICK! SUELTENLO! POR FAVOR!- dije con un grito ahogado por mis lagrimas-
Te dije pequeña que aquí no se metieran. Metieron las narices donde no debían- Dijo aquel hombre grande, gordo, con unos ojos negros y su maldita risa que me daba más miedo-
El tipo que me tenía empezó a tocarme y a decirme cosas que no las alance a escuchar por los gritos de Nicholas, para que me soltaran cuando logré abrir mis ojos vi que a mi pobre amor lo tenían en el suelo golpeándolo y Nicholas se gritaba cada vez más del dolor. ¡Dios!
-NO! SUELTENLO! NICK! MI VIDA! NOOOO! – Trataba De fajarme de los agarres de aquel grandullón-
-SH… E-evelyn tr- aan- qui-l-la- dios se estaba muriendo-
No se en que momento perdí la noción… y nunca más volví a ver a Nicholas.


Un año antes…

Me senté a contemplar su hermosa figura y cada una de sus hermosas facciones, sin dudas él era perfecto para mi. Sus hermosos bruces donde me encantaba enredar mis manos, sus pequeñitos ojos marrones que me hacían temblar desde la punta del pelo a la punta de mis pies. Su nariz ancha y respingada, su triangular espalda donde me encantaba tocarla, y sin faltar sus lunares repartidos por doquier que me volvían loca. Simplemente el era mi chico de bruces.

-¿Evelyn que tanto miras eh?- dijo subiendo sus delgadas cejas en forma picara-
-Nada es sólo que me encanta ponerte nervioso- carcajeé-
-Y a mi me encanta desear besar tus labios y devóratelos niña- Dijo riendo a cercándose peligrosamente a la silla de sol donde me encontraba-
Se acerco más a mí, acortando la distancia entre nosotros y así juntando nuestro labios y formando un beso puro, inocente y lleno de amor. Me había hecho adicta a esos labios pequeños y rojizos por el beso.
Se fue separando de mi con los ojos cerrados y con una tierna sonrisa dibujada en su rostro.
-¿Sabias que besas muy bien mi florcita?- Acariciando mi brazo en forma dulce-
Yo solo me limite a sonrojarme, como siempre.
-Y amo ese color rosadito que se apodera de tus perfectas mejillas- Dijo riendo dulcemente-
-Ya Nicholas, ¿estarás aquí todo el día ‘’alabándome’’?- Hice unas comillas con mis dedos-
-Si, podría estar toda una vida así- Dijo dulcemente y uniendo nuestros labios nuevamente.
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Ya eran las 7:30 PM y debería estar de vuelta en mi casa, ya que, mis padres hoy saldrían y tendría que cuidar a mi hermano pequeño, James.
Me levante silenciosamente de la cama, tratando de no hacer el más mínimo ruido, dios dormía como un angelito. Me puse mi ropa interior, luego mi falda, mi polera y mis sandalias. Pasé al baño del cuarto de Nick para poder peinarme, luego de la frenética tarde que habíamos tenido.


Reí para mis adentros y me sonroje.
Salí del baño lista, pero choque con un cuerpo, que ya conocía a la perfección, era Nick. El ya traía su boxer negro y estaba con todos sus rulos ya despeinados.
-¿Y para donde te escapas bebe?- Dijo besando la comisura de mis labios y abrasándome-
-Ya sabes tengo que ir a cuidar a James, mis padres saldrán a cenar con unos de sus clientes- bufé- además Como Kylie- Kylie era mi hermana mayor- ya sabía se arranco- dije ya molesta-
-Si quieres te acompaño- Acariciando mi mejilla y mirándome directo a mis ojos- ya sabes James se lleva mejor conmigo que contigo- Dijo carcajeando en forma de burla-
-Já, claro tu lo consientes en todo y entre los dos me molestan- Dije cruzándome de brazos y fingiendo estar molesta-
-Hey son sólo bromas- Mordiendo mi labio inferior-
-Nicholas no creo que sea necesario acompañarme, ya sabes estará Edward- Edward era mi hermano mellizo, odiaba a Nicholas y no se cual era la razón-
-OK, no te preocupes Evelyn- Dijo acariciando mi cabello Negro- Ya deja vestirme y te voy a dejar a tu casa, ni loco dejaré que andes por la calle con esa diminuta falda- Dijo molesto-
-Hey no seas celoso, sólo tengo ojos para ti- Carcajeé y me acerque para besar sus labios-



Llegamos a la puerta de mi casa, donde por lo visto no estaba el auto de mis padres, ya se habían marchado, ya que, ya eran las 8:15 PM. Me baje del deportivo auto de mi novio, bese sus labios y me adentre en mi casa. Cuando entre ni se imaginan con la sorpresa que me encontré. Maldito Edward lo iba a matar.

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